Dicen que el cuerpo humano está lleno de secretos… y el masculino no iba a ser menos. Entre esos misterios está uno que levanta cejas, despierta curiosidad y a veces genera confusión: el squirt masculino.
Sí, has leído bien. No hablamos de eyaculación convencional, sino de algo distinto, más intenso, más húmedo, más… wow.

Hoy, desde Kiwichi, te contamos qué es realmente el squirt masculino, cómo se consigue, qué papel juega el punto P, y cómo los juguetes sexuales pueden llevarte a descubrir sensaciones que, probablemente, nunca imaginaste.

¿Qué es el squirt masculino?

El squirt masculino (también conocido como “eyaculación prostática” o “expulsión de líquido prostático”) es un fenómeno diferente al de la eyaculación común.
Mientras que la eyaculación tradicional implica la salida de semen desde los conductos seminales a través del pene, el squirt masculino se origina en otro punto del cuerpo: la próstata.

Este líquido, más transparente y acuoso, proviene de las glándulas prostáticas y se expulsa a veces con fuerza, como un pequeño chorro de líquido claro.
No tiene espermatozoides, no es semen, y suele producirse tras una estimulación profunda del punto P, también llamado “punto G masculino”.

¿Es lo mismo que la eyaculación?

Es fundamental distinguir entre el squirt masculino y la eyaculación tradicional:

  • Composición del fluido: Mientras que la eyaculación implica la expulsión de semen, el squirt masculino consiste en una mezcla de orina y líquido prostático .
  • Momento de ocurrencia: El squirt puede suceder durante o después del orgasmo, y no siempre coincide con la eyaculación.
  • Sensación experimentada: Muchos hombres describen el squirt como una liberación placentera diferente, más prolongada y menos intensa que el orgasmo eyaculatorio.

Cuerpo, placer y glándulas: ¿qué pasa dentro del hombre?

El cuerpo del hombre tiene un mapa del placer más grande de lo que muchas personas creen.
La prostata, situada justo debajo de la vejiga y delante del recto, es una zona erógena potentísima. Al estimularla, se activa una mezcla de nervios, sensaciones y reflejos que pueden llevar a un tipo de placer completamente diferente al del pene o el glande.

Cuando se masajea correctamente, esta glándula puede liberar un líquido prostático acumulado.
Esa retención de líquidos en la próstata, al ser liberada, genera una sensación de alivio y éxtasis a la vez.
El cuerpo reacciona con contracciones musculares similares a las de la eyaculación, pero más profundas, más lentas… y con un nivel de placer que muchos describen como “una ola interna”.

¿Cómo se produce ?

La producción del squirt masculino está relacionada con la estimulación intensa de la próstata, también conocida como el punto P. La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino y que contribuye a la producción del líquido seminal. Cuando se estimula adecuadamente, ya sea de forma interna (a través del recto) o externa (mediante presión en el perineo), puede generar una sensación de liberación y placer que culmina en la expulsión del líquido prostático.

Además, la estimulación del glande, especialmente después de la eyaculación, puede provocar una sobreexcitación de las terminaciones nerviosas, lo que también puede desencadenar el squirt. Esta técnica implica aplicar presión o realizar movimientos circulares en la punta del pene, lo que puede llevar a una respuesta refleja del cuerpo, resultando en la expulsión del líquido mencionado.

En cuanto a los factores hormonales, durante momentos de excitación sexual intensa, el cuerpo libera diversas hormonas que pueden influir en las respuestas fisiológicas. Una de ellas es la vasopresina, que regula la retención de líquidos en el cuerpo. Se ha sugerido que, en situaciones de placer extremo, la liberación de vasopresina puede alterar temporalmente el control de la vejiga, facilitando la expulsión del líquido prostático mezclado con pequeñas cantidades de orina.

como hacer squirt masculino

Técnicas para experimentar el squirt masculino

No hay una única forma ni un paso a paso garantizado, pero sí hay técnicas que pueden ayudarte a acercarte a esta experiencia. Explorar el squirt masculino requiere paciencia, autoconocimiento y, en muchos casos, la disposición para experimentar nuevas formas de estimulación.

Estimulación del punto P (próstata)

La próstata, también conocida como el punto P, es una glándula del tamaño de
una nuez ubicada entre la vejiga y el pene. Se encuentra a unos 5-7 centímetros
dentro del ano, en dirección hacia el ombligo. Puedes estimularla de dos formas:

  • Internamente. Introduciendo un dedo lubricado o un masajeador prostático en el ano, buscando una superficie con textura similar a una nuez a unos 5-7 cm de profundidad. Masajear suavemente con movimientos circulares o de vaivén.
  • Externamente. Presionando en el perineo (área entre testículos y el ano) con los dedos o un masajeador específico.

Ambas formas son válidas. Lo ideal es que pruebes con calma, sin expectativas, y prestes atención a las sensaciones.

La técnica manual: placer con la palma de la mano

Si se quiere probar sin juguetes, la estimulación manual es el mejor punto de partida.

  • Empieza con relajación y respiración. Es fundamental liberar la tensión del cuerpo.
  • Usa lubricante (mucho). La comodidad es clave.
  • Introduce uno o dos dedos con suavidad, con la palma de la mano orientada hacia el ombligo.
  • Cuando sientas una zona con una textura ligeramente rugosa (como una nuez), ¡ahí está tu punto P!

El movimiento puede ser un masaje lento, en forma de “ven aquí” con la punta de los dedos.
No se trata de fuerza, sino de ritmo y conexión.
Con el tiempo, puedes notar cómo el cuerpo responde, cómo se acumula la sensación, y cómo llega ese chorro de líquido transparente que no se parece a nada que hayas sentido antes.

Con ayuda de un juguete sexual: placer elevado al siguiente nivel

Si quieres explorar con más precisión (y menos esfuerzo), los juguetes sexuales diseñados para la próstata son tus mejores aliados.
Hay masajeadores prostáticos con forma ergonómica, pensados para llegar justo al punto P sin riesgo ni incomodidad.

Algunos vibran, otros pulsan, otros combinan ambos movimientos.
El objetivo es estimular esa zona durante un periodo de tiempo suficiente para que la próstata libere la tensión acumulada y ocurra la expulsión del líquido prostático.

💡 Consejo Kiwichi: empieza con un juguete pequeño, anatómicamente curvado, y deja que el cuerpo se acostumbre. A veces el squirt llega sin buscarlo, como un reflejo natural del placer profundo.

  • Succionadores para pene. Estos juguetes imitan el sexo oral mediante ondas de succión. Son muy efectivos después de la eyaculación, cuando el glande está más sensible. Esa sobreestimulación puede provocar el squirt en algunos casos.
  • Masturbadores con vibración o succión. Modelos avanzados que combinan calor, vibración, succión y movimiento. No están diseñados específicamente para el squirt, pero pueden provocar orgasmos tan intensos que lo desencadenen.
  • Mangas y huevos masturbadores. Pequeños, prácticos y muy placenteros. Permiten una masturbación más intensa gracias a sus texturas internas. Puedes combinarlos con estimulación prostática o perineal para una experiencia más completa.
  • Anillos para el pene y testículos. Se colocan en la base del pene (o también rodeando los testículos) y ayudan a mantener la erección y aumentar la sensibilidad. También potencian las contracciones del orgasmo, lo que puede favorecer el squirt.
  • Estimuladores del perineo. Perfectos si no te sientes cómodo con el juego anal. Estos juguetes se colocan externamente en el perineo y emiten. vibraciones o presión que activan indirectamente la próstata.

El factor mental: rendirse al placer

En muchos hombres, el mayor bloqueo no está en el cuerpo, sino en la mente.
Existen ideas heredadas, mitos o prejuicios que hacen que explorar el punto P genere incomodidad o dudas.
Pero el placer no tiene género ni etiquetas.

El squirt masculino no resta masculinidad; al contrario, demuestra un nivel de conexión y conocimiento del cuerpo que pocos alcanzan.
Cuando una persona se permite sentir sin juzgar, abre la puerta a nuevas formas de disfrutar, de amar, de entregarse con gran pasión.

¿Por qué ocurre la expulsión del líquido?

Durante la estimulación, las glándulas prostáticas se llenan y empiezan a producir el líquido prostático, que se acumula hasta que el cuerpo decide liberarlo.
Esta expulsión de líquido transparente no tiene que ver con orinar, aunque muchas personas (y mujeres también) sienten algo similar antes de un squirt.

El líquido prostático puede salir con fuerza, en forma de chorro, o simplemente fluir lentamente.
Dependerá del cuerpo, del nivel de excitación y del tiempo de estimulación.
A veces ocurre justo antes de un orgasmo, otras después, y en algunos casos incluso sin orgasmo: solo placer puro.

¿Y si no lo consigo?

No pasa absolutamente nada. El squirt masculino no es un premio ni una obligación. Es una forma más de placer. A veces aparece cuando menos lo esperas. Otras veces no. Lo importante es que el proceso de exploración ya es en sí una fuente de placer y autoconocimiento.

¿Cuánto tiempo tarda en lograrse?

No hay un “periodo de tiempo” universal.
Algunos hombres lo consiguen en pocos minutos, otros necesitan varios encuentros con su cuerpo hasta lograrlo.
Lo importante no es la meta, sino el proceso.

Aprender a escuchar el cuerpo, a distinguir sensaciones, a relajarse… eso ya es un viaje en sí mismo.
Y como todo en la sexualidad, la constancia y la curiosidad son las mejores aliadas.

Squirt vs. eyaculación: no son lo mismo

Aunque ambos fenómenos pueden implicar placer y expulsión de fluidos, no son idénticos.

  • En la eyaculación, el cuerpo expulsa semen (mezcla de espermatozoides y fluidos).
  • En el squirt masculino, el cuerpo expulsa líquido prostático, sin espermatozoides y generalmente más claro.

Además, el squirt puede darse sin necesidad de tocar el pene. De hecho, muchos hombres lo experimentan a través de la estimulación manual o con ayuda de un juguete en la zona del punto P.

No todos los hombres lo consiguen, pero no porque sea raro, sino porque requiere relajación, paciencia y sobre todo, conexión con el propio cuerpo.

El papel del punto P: el centro de todo

El punto P (o punto prostático) es el protagonista absoluto del squirt masculino.
Está ubicado unos 4 o 5 centímetros dentro del canal anal, hacia la parte anterior (como si apuntaras hacia el ombligo).
Es una pequeña protuberancia que, al ser masajeada, puede generar desde un leve cosquilleo hasta una explosión de placer.

Estimularlo no es solo tocar: es una danza entre ritmo, presión y respiración.
Al principio puede sentirse raro, pero poco a poco, el cuerpo empieza a responder.
Cuando se alcanza el punto necesario de excitación, el hombre puede sentir un calor interno que sube, una sensación de “llenado”, y finalmente… la expulsión de ese líquido transparente, a veces acompañado de un orgasmo intenso.

Consideraciones y precauciones

Si bien el squirt masculino es una experiencia placentera para muchos, es importante tener en cuenta algunas consideraciones:

  • Higiene: Asegurarse de tener las manos y los juguetes limpios antes y después de la estimulación.
  • Lubricación: Utilizar lubricantes adecuados para evitar molestias o lesiones.
  • Comunicación: Si se practica en pareja, mantener una comunicación abierta y respetuosa sobre límites y deseos.
  • Consulta médica: En caso de dudas o si se experimenta dolor o incomodidad, es recomendable consultar a un profesional de la salud.

Mitos frecuentes sobre el squirt masculino

  • “Eso no existe” → Error. Está documentado por sexólogos y urólogos.
  • “Es lo mismo que orinar” → No, el líquido prostático no es orina.
  • “Solo pasa con penetración anal” → Falso. Puede lograrse también mediante estimulación perineal (la zona entre el escroto y el ano).
  • “Es sucio o antinatural” → Todo lo contrario. Es una reacción natural del cuerpo, una forma de liberar tensión y energía sexual.
  • “Solo lo consiguen algunos hombres” → Todos tienen la capacidad, solo necesitan el enfoque adecuado.

Zonas erógenas y juego compartido

El squirt masculino no tiene por qué ser una experiencia solitaria.
Compartirla con una pareja puede intensificar la complicidad, el placer y la confianza.
Mientras una persona estimula el punto P, la otra puede jugar con el pene, el glande o los testículos, combinando sensaciones internas y externas.

El cuerpo masculino está lleno de zonas erógenas que, bien coordinadas, pueden generar un orgasmo total: uno que recorre el cuerpo entero, desde el abdomen hasta la punta de los dedos.

En resumen

El squirt masculino no es un mito ni un tabú.
Es una respuesta física y emocional del cuerpo cuando se estimula correctamente la próstata.
No se trata solo de la expulsión del líquido prostático, sino de descubrir una nueva forma de sentir placer, más consciente, más intensa, más libre.

Y sí, los juguetes sexuales pueden ser grandes aliados para explorar este universo.
Desde masajeadores prostáticos hasta vibradores anales, todos pueden ayudarte a encontrar ese punto necesario donde el placer y el cuerpo se fusionan.

En Kiwichi creemos que conocerte es quererte, y que el placer, cuando se vive sin miedo, puede convertirse en una de las experiencias más liberadoras del ser humano.
Así que ya sabes: atrévete a explorar, a sentir, y a dejar que tu cuerpo te sorprenda.

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