Hablar de “gatillazo” sigue siendo un tema tabú para muchas personas, pero la realidad es que es algo completamente normal y muy común. Puede pasarle a cualquiera, en cualquier momento, y no significa que haya un problema grave o permanente.

Si alguna vez te ha ocurrido o tienes curiosidad por entender mejor qué hay detrás de este fenómeno, aquí te contamos qué es un gatillazo, sus principales causas y cómo gestionarlo sin dramas. 😉

¿Qué es un gatillazo?

El término “gatillazo” se usa coloquialmente para describir la incapacidad de mantener o conseguir una erección en el momento de una relación sexual. Es una forma informal de referirse a la disfunción eréctil ocasional.

Es importante resaltar que un gatillazo es algo puntual y circunstancial, mientras que la disfunción eréctil es una condición más persistente que requiere evaluación médica.

Si alguna vez te ha pasado, no te preocupes, es algo normal y tiene solución.

¿Por qué ocurren los gatillazos?

Las razones pueden ser físicas, psicológicas o una mezcla de ambas. Aquí hablaremos
de las más comunes:

Estrés y ansiedad.

El estrés y la ansiedad son enemigos número uno de una erección firme. Cuando la mente está llena de preocupaciones (trabajo, estudios, dinero, problemas personales), el cuerpo responde con una disminución de la excitación.
Por ejemplo, si antes del encuentro sexual estabas estresado por una discusión o una situación difícil, es posible que tu cuerpo no reaccione como esperas.

Presión por “rendir” en la cama

Muchas veces, los hombres sienten una gran presión por “dar la talla”, complacer a su pareja y demostrar un alto desempeño sexual.
¿Resultado? En lugar de disfrutar, la mente se llena de pensamientos intrusivos tipo: ¿Y si no aguanto lo suficiente? ¿Le gustará lo que estoy haciendo?¿Y si me pasa un gatillazo?”

Falta de atracción o conexión con la pareja

Si hay problemas en la relación, falta de química o simplemente no hay suficiente deseo en ese momento, el cuerpo puede responder con una falta de erección.
El deseo sexual no es automático ni mecánico. La atracción y la conexión emocional juegan un papel clave.

Cansancio extremo y falta de sueño

Si el cuerpo está agotado, el deseo y la función eréctil se ven afectados. No dormir bien o estar física y mentalmente cansado puede hacer que la libido esté por los suelos.

Consumo de alcohol y drogas

El alcohol en exceso puede afectar la erección porque relaja demasiado los músculos y disminuye la respuesta del sistema nervioso. Lo mismo ocurre con algunas drogas como la marihuana o la cocaína, que pueden alterar la circulación sanguínea y la respuesta sexual.

Un par de copas pueden ayudar a desinhibirse, pero si te pasas, puede volverse un problema en la cama.

como manejar gatillazo

Problemas de circulación sanguínea

Una erección ocurre gracias a un buen flujo sanguíneo en el pene. Si hay problemas en la circulación, es más difícil lograr o mantener la erección.

Factores como el colesterol alto, hipertensión o diabetes pueden afectar la vascularización y, en consecuencia, la función eréctil.

El tabaquismo también reduce la circulación sanguínea, aumentando el riesgo de gatillazos frecuentes.

Si los gatillazos son constantes, puede ser buena idea hacerse un chequeo médico para descartar problemas circulatorios.

Baja testosterona

La testosterona es la hormona clave en la libido masculina. Si sus niveles son bajos, el deseo sexual y la capacidad de mantener una erección pueden verse afectados.

¿Cuáles son los síntomas de una baja testosterona? Síntomas de baja testosterona:

  • Disminución del deseo sexual.
  • Fatiga constante.
  • Cambios de humor y pérdida de masa muscular.

Un simple análisis de sangre puede determinar si hay un problema hormonal.

Uso de ciertos medicamentos 💊

Algunos fármacos pueden afectar la función eréctil, como:

  • Antidepresivos.
  • Medicación para la presión arterial.
  • Algunos fármacos para la ansiedad o el insomnio.

Si notas que los gatillazos comenzaron después de empezar un tratamiento, consulta con tu médico sobre alternativas.

¿Y si tengo un gatillazo? ¿Qué hago?

Lo más importante es no entrar en pánico. Un gatillazo no significa que tienes un problema permanente ni que haya algo “mal” contigo.

✔ Respira y relájate: Evita frustrarte o forzar la situación.
✔ No te obsesiones: Si te centras en el problema, será más difícil que la erección vuelva.
✔ Habla con tu pareja: Si la otra persona comprende lo que pasa y te apoya, la presión disminuirá.
✔ Explora otras formas de placer: El sexo no es solo penetración. Puedes disfrutar del momento con besos, caricias, sexo oral…

¿Cuándo preocuparse?

Si los gatillazos ocurren de manera frecuente y afectan tu vida sexual y emocional, puede ser útil consultar con un profesional.

Consulta a un médico o sexólogo si:

  • Los gatillazos ocurren en la mayoría de tus encuentros.
  • Ocurre incluso cuando te masturbas.
  • Notas una disminución significativa en tu deseo sexual.
  • Hay dolor o molestias asociadas.

A veces, un simple cambio en hábitos de vida o una terapia pueden solucionar el problema.

Cómo manejarlo sin drama

Un gatillazo no solo es una cuestión física, sino que tiene un fuerte componente psicológico y emocional. Si no se maneja bien, puede convertirse en una fuente de ansiedad, inseguridad y, en el peor de los casos, en un círculo vicioso que genera más gatillazos en el futuro.

Cuando un hombre experimenta un gatillazo, su mente entra en modo alerta. Surgen pensamientos como… ¿Y si vuelve a pasar?, seguro que mi pareja piensa que no la deseo, voy a quedar mal en la cama, … esto significa que tengo un problema.

¿El problema? Este tipo de pensamientos generan estrés y ansiedad de desempeño, lo que aumenta la probabilidad de que ocurra otro gatillazo en el futuro. Es un efecto bola de nieve: cuanto más te obsesionas, peor es el resultado.

Cómo manejar un gatillazo sin hundirte en pensamientos obsesivos.

Si tienes un gatillazo, lo peor que puedes hacer es entrar en pánico o sentir vergüenza. Lo mejor es tomarlo con naturalidad y confianza. Aquí algunos trucos psicológicos para que no te afecte más de lo necesario:

  • Normalízalo: Ocurre más veces de lo que imaginas. Incluso les pasa a los actores porno (aunque no lo veas en pantalla).
  • No te castigues mentalmente: Un gatillazo no significa que eres menos hombre ni que tu desempeño en la cama ha sido malo.
  • Usa el humor: Si lo tomas con una actitud relajada y hasta con una broma, la tensión se disipa y la situación se vuelve más llevadera.
  • Cambia el foco: Si tu erección no responde, sigue disfrutando del momento con besos, caricias, sexo oral… El placer no se reduce a la penetración.

Finalmente la clave está en la actitud, si después de un gatillazo te hundes en la frustración, te sientes inseguro o evitas tener sexo por miedo a que vuelva a pasar, estarás alimentando el problema.

💡 Piensa en esto: ¿Qué pasaría si cada vez que alguien tropezara con una piedra dejara de caminar? El sexo es un camino, y un tropiezo no significa que debas dejar de disfrutarlo.

Si el gatillazo se repite con frecuencia y notas que está afectando tu confianza, considera hablar con un terapeuta sexual o sexólogo. Muchas veces, una simple conversación puede ayudarte a romper el ciclo de ansiedad y recuperar tu seguridad en la cama.

Como conclusión, recuerda que un gatillazo no define tu sexualidad. Tener un gatillazo es algo completamente normal y le puede pasar a cualquiera.

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